La defensa de las semillas en América Latina: perspectivas y retos
El pintor oaxaqueño Francisco Toledo dejó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca después de casi treinta años. Según declaró el encargado de Cultura del gobierno federal, al año el pintor contribuía con tres millones y la federación ponía otros tres millones. ¿Cuánto dinero está donando Toledo al pueblo de México?: más de cien mil fotografías y alrededor de sesenta mil piezas de arte, pintura escultura, grabados, dibujos, cincuenta mil libros de arte, música, danza; siete mil archivos sonoros, cinco mil videos y dos inmuebles.
La mitad debe ser del gobierno federal, por sus aportaciones, y la otra mitad, de Toledo. ¿A cuánto asciende la donación de Toledo? Los periodistas son discretos y no preguntan. Otro tema que queda en el aire es la opinión de los hijos del pintor, lo donado sería su herencia.
Por lo pronto, los lectores de un periódico mexicano, opinaron lo siguiente:
Los oaxaqueños estamos orgullosos y agradecidos por tanta generosidad de uno de los más grandes representantes de la pintura contemporánea mexicana.
Un orgullo que este Maestro, sea un ejemplo de congruencia y comprometido con el arte y nuestra cultura.
Un divorcio más del gobierno ojete de Oaxaca, el sector cultural local y nacional conocen bien la infamia realizada al Maestro Toledo.
Una vergüenza para los gobiernos de Oaxaca que en vez de apoyar al Maestro Toledo, siempre lo bloquearon para tratar de someterlo. Los funcionarios, desde gobernadores hasta secretarios, en su efímero poder y gran incultura, siempre pretendieron “tomarse la foto” y tenerlo bajo sus caprichos, lo que ocasionaba las permanentes fricciones. Si lo hubieran respetado y apoyado de verdad, Oaxaca sería una potencia cultural a nivel internacional. Toledo siempre luchó a contra corriente.
Detalle de una foto publicada en El Universal.
El periódico La Jornada publicó hoy un dibujo de Toledo al que acompañó el siguiente texto: «En un acto en el que se dio a conocer el proyecto de una Constituyente Ciudadana y Popular en Oaxaca, el pintor juchiteco criticó las declaraciones de Roberto Servitje, uno de los fundadores de Grupo Bimbo, quien hace unos días afirmó que en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos se le ha dado una dimensión que no tiene. El artista plástico dijo: ¿cómo puede decir eso? Está mal este señor; no se da cuenta de lo que pasa, para luego elaborar un cartón que envió a La Jornada».
Así que los lejanos lectores de periódicos sólo podemos seguir imaginando la historia. Los seis millones anuales del IAGO se destinaban a gasto corriente: sueldos de empleados, mantenimiento y a las exposiciones y conferencias que ofrecían, con autores, artistas, intelectuales invitados, a los que había que promover. Todas las semanas de estos años recibí las invitaciones electrónicas de las actividades del IAGO. Entonces es posible que la compra de las obras donadas el martes por Toledo al pueblo de México hayan sido adquiridas con dinero suyo.
Lo ocurrido días antes, el cobro de impuestos que hizo el gobierno estatal directamente en la cuenta bancaria del IAGO, por ochocientos mil pesos, causó gran indignación a Toledo y a la sociedad oaxaqueña y del país, porque no hubo un aviso previo, un intento de negociación. ¿Este acto tuvo que ver con la decisión de Toledo de dejar la operación del IAGO en manos del gobierno federal, lo que puede entenderse como la negativa a seguir dando su parte de tres millones anuales?
¿Hay algún periódico o revista que aporte un reportaje que no sea superficial? Por lo pronto, la noticia fue escueta: el IAGO pasa manos del gobierno federal y Toledo queda invitado a supervisar lo que de hoy en adelante se haga. Me gustaría que en Oaxaca se estableciera un grupo que llevara la cuenta y la comparación de lo que desde hoy se haga en el IAGO.
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