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Historia

De historia y hacer camino SUR

Acta de nacimiento

Proyecto Cultural Sur nace un poco en Montreal y otro poco en La Habana, pero sus orígenes están en La Biblia. El versículo cuatro del Génesis dice que Dios dijo : hágase la luz, y la luz se hizo. Luego vio Dios que la luz era buena y la llamó día.

En La habana coincidieron un día de luz tropical nuestras necesidades, esperanzas y también nuestras frustraciones y un increíble apego al trabajo. A partir de reconocernos en la misma barca, a punto de naufragar, dijimos hágase SUR y el SUR se hizo.

Primero supimos lo que había sido cada uno: escritores, poetas, organizadores, con una historia de sueños por cumplir y cientos de fracasos acumulados. Uno de ellos era una revista, El Caimán Barbudo, que en Cuba no podía salir por falta de papel y otra revista, SUR, que en Montreal tampoco podía salir por falta de recursos monetarios.

Dicen que la necesidad crea el órgano. En nuestro caso fueron las necesidades que permitieron reconocernos en las soluciones posibles. Los de Montreal y los de La Habana, poetas, algo médicos y mucho más locos, firmamos un acuerdo de hacer posible una revista con dos consejos editoriales. Este hecho memorable ocurrió en los salones del Hotel Inglaterra, allí evadíamos el calor y dábamos un paso pequeño, que con el tiempo llegará a ser importante.

De la primitiva idea: editar una revista conjunta se pasó a editar en Toronto, gracias a la desinteresada participación del periódico Jornada, cuyo director era Miguel Ruiz, un suplemento de El Caimán Barbudo. Desde La habana enviaban el material a Montreal y allí partía a Toronto. Cuando el periódico con el suplemento estaba listo, era enviado a Montreal y de ahí lo llevábamos a La Habana. Con motivo de estos viajes y envios surgió la idea de encontrarnos cada año en La Habana en los que dimos en llamar Encuentros de Emergencia, entendida esta en sus acepciones de urgencia y de algo que emerge.

De la revista conjunta acordada pudimos hacer posible dos números uno que salió en papel y otra que fue diseñada, pero que solamente podemos verla en estado digital.

De los primeros imposibles salió un acuerdo, unos esfuerzos conjuntos, unos resultados breves y en estos trámites y en estas idas y venidas fuimos sumando gente, algunos de los cuales no están hoy con nosotros, pero nosotros sabemos que sin ellos esto no habría sido posible. Necesario es reconocer que una idea no se desarrolla si no contiene aportes de todos los que la hacen realidad.

Estos nuevos aportes fueron transformando, mejorando la idea, hasta llegar casi 17 años después a conformar una red de trabajo cultural con existencia concreta en 14 países.

Recordar fechas puede tener una importancia tan diversa como sea los intereses que se defienda y los fines que se persigan. Las fechas determinan rumbos a seguir y señalan hechos ocurridos. En este mismo sentido SUR no tiene una fecha concreta de nacimiento pues en esencia SUR no termina de nacer, como idea, como red, como organización estamos en gestación. Somos algo, pero estamos lejos de lograr lo que la idea en si contiene. Hemos nacido como intención, falta nacer como concreción; hay unos resultados, falta que existan tantos resultados como lugares donde existimos, como seres humanos que conforman la idea, como personas que reciben la magia de unos latidos en acción. Sin embargo podemos decir que asumimos la tarea de sumar sumándonos una tarde de abril, digamos , para señalar un aniversario, que eso ocurrió un viernes 19 de abril del año 91.

Hace algunos meses, que ahora suman más de 24, conversamos con Héctor Torres y proyectamos escribir las historia de este sueño abriéndose paso. En realidad es más fácil hacer historiaque escribirla y en esto han pasado tres lustros. Son 15 años de ir a contra corriente. Hemos demostrado que con imaginación todo se puede.

Luego vio que la luz y vimos que era buena. Esto nos indica que primero se nombra el acto, luego se realiza, que primero es la audacia del hacer, luego analizamos si esto ha sido bueno. Ahora desde el camino andado, podemos decir que respondemos a una necesidad de apoyo mutuo, de humanismo fervoroso, de proyectar los ecos de nuestro canto.

Desde hace un tiempo cada año se celebra en La Habana el Festival Internacional de poesía de La Habana. Dice un dicho de origen chino que un gran viaje siempre comienza por un paso. El primer paso de este Festival, que reunirá poetas de todo el planeta, fue un encuentro de soñadores, amantes y poetas. Fue en la casa de Alex Pausides que nos reunimos a leer poesía y proyectarnos hacia otra realidad. Hoy esa otra realidad es concreta. Lo que pudo ser una efímera lectura, fue un comienzo de algo que se hace incontenible y poco a poco va asumiendo todas las dimensiones de lo humano.

El principio sigue siendo el mismo, la audacia del acto, la constancia en el hacer, luego analizar si es bueno y continuar. Hoy Proyecto Cultural SUR es una gota en el mar, moléculas de agua que se mueven en distintas realidades y producen el efecto de ola. Somos gota en el mar que tiene presencia en 14 países y más de cincuenta ciudades, somos idea que se expande en la forma de festivales, exposiciones, lecturas, encuentros, recitales exposiciones, apoyo mutuo y disfrute de la imaginación.

Para quienes se pregunten la razón de llamarse: Proyecto Cultural SUR, tenemos tres respuestas,

Uno:
Somos Proyecto, pues un proyecto es algo en desarrollo, susceptible de modificaciones, nuevos aportes, agregados. Partimos de una idea aproximada, el resultado que obtengamos dependerá de cuanto empeño pongamos en la acción. En tanto proyecto hablaran por nosotros los resultados concretos, lo que aprendamos de los fracasos y la envergadura que alcance la participación de amplios conglomerados humanos.

Dos:
Somos Cultural, pues con ello indicamos que nada humano no es ajeno y a la vez indicamos que somos creadores que trabajamos desde los distintos frentes del accionar cultura, por lo mismo somos organizadores, promotores y agentes de cambio. En tanto actuamos desde una realidad y desde una cultura determinadas aportamos a la idea SUR, una visión, una diferencia, por lo mismo defendemos las diferencias culturales como una forma de defender lo nuestro y como una forma de aceptar los aportes del otro, que desde otra cultura ve el mundo y comparte un espacio bajo el sol. En este hacer Cultura, es este estar unidos en la diferencia entendemos que si perdemos la cultura que nos identifica, perdemos la identidad y sin identidad no hay nada. También entendemos que en tanto trabajadores de la cultura, en tanto agentes de cambio podemos influir en desarrollar ciertos aspectos necesarios al florecimiento humano y podemos contribuir a la modificación de la calidad de vida de los seres humanos.

Tres:
Somos SUR, pues no estamos en el club de los 7, que en realidad son 8, ellos son los que definen los pocos bienes y los muchos males de lo que hoy día es el mundo. Somos SUR en contraposición a estos poderes que están en el norte. SUR no es un punto cardinal es un punto de esperanza, es un punto de falencia y un punto de necesidad. Todos los que no están en las decisiones del poder mundial, estén donde estén, estarán en el SUR. A los nefastos poderes del norte, oponemos la gloria de nuestros talentos, unidos en el respeto y la defensa a las diferencias. Somos SUR como un acto de humanización de la naturaleza, como una acto de naturalización del ser humano, en definitiva somos SUR como un acto de amor.