Unidos en la diversidad, hacemos la diferencia

Categoría — Sin categoría

Martirio de la cultura cuscatleca y tinieblas de su resurrección

En memoria del 14 aniversario del asesinato de los esposos Francisco y Juana Manzanares

Mario Ramos, Guatemala, 04 de julio/2020

Toda muerte violenta de un ser humano indefenso es delito de lesa humanidad, que tiene agravantes y connotaciones especiales cuando se ejecuta con alguien con un rol específico; especialmente si es cultural y con personas de la tercera edad. Así sucedió en el restaurante Papalut, el 02/07/2006 en Suchitoto, El Salvador, cuando después de la presentación cultural vespertina del ensayo Literatura precolombina un códice por descifrar; en la noche del mismo día, ocurre el crimen todavía impune, contra los ancianos: Francisco Antonio Manzanares (79) y Juana Monjarás de Manzanares (77), padres de la conocida locutora insurgente Mariposa.

En los años de la guerra civil salvadoreña conocíamos a Mariposa por la escucha del colectivo radial de la insurgente radio Venceremos, como voz alternativa a la situación caótica vivida en ese entonces, y, que nos deleitaba con sus “improvisadas” jornadas culturales… Personalmente la encontré en una visita ocasional a Suchitoto, alrededor del año 2004, con unos amigos de USA. Ella, fue amable al momento de identificamos, y nos dio breves datos personales: que vivía en este sitio cultural junto a sus queridos papás, Francisco y Juana. Dijo que no había que cruzarse de brazos sino seguir en la lucha en otros frentes, sobre todo en el que a ella y a su familia siempre les había gustado: el cultural.

En este ámbito, hace unos días, añade Mariposa, “…después de los Acuerdos de Paz, fui creadora del espacio radial Huellas de la memoria, en radio Suchitlán. Junto con el poeta y escritor Mario Castrillo, el fotógrafo Teyo Orellana y Elmer Mejía, creamos el colectivo de audiovisuales llamado Expresión Cultural Colectiva -ECCO- para la realización de los documentales El Mozote en la Fila de la Muerte y Nunca Más. Ese fue un proyecto de Amnistía Internacional. Anduvimos presentando estos audiovisuales en las escuelas e institutos de Suchitoto, como en algunas universidades del país. Además, fundamos el grupo de música testimonial y épocas de oro, Vaguada.

Lo que terminó de indignar a los enemigos de la verdad y la justicia, así como a los dueños derechistas de reconocidos restaurantes Suchitotenses fue la creación del Papalut (mariposa, en náhuatl. Papalota dicen todavía algunas personas en El Salvador), porque aun en su joven existencia, el nuevo lugar les estaba botando la clientela. Llegaban delegaciones nacionales e internacionales y, al darse cuenta de que existía un restaurante de rescate de la memoria histórica cuya dueña era la guerrillera que había trabajado en radio Venceremos, de inmediato se iban para el Papalut; eso mantenía indignados al resto de dueños de restaurantes, pues la gente prefería un sitio de arte y cultura de rescate y preservación de la memoria histórica, cuya inauguración contó con la ponencia de fotografías testimoniales de denuncia, propiedad del internacionalmente conocido fotógrafo salvadoreño Iván Montecinos, que guardan la dolorosa historia de la guerra. “Te nombro algunos de los trabajos relevantes que realicé en Suchitoto, y fue una de las grandes causas por las que los sectores derechistas de aquí odiaron más a la familia Manzanares. Desde un inicio no nos veían bien por razones históricas de nuestro quehacer revolucionario”, narra Mariposa.

“A esto agrego el hecho de que mi mamá era radical, a pesar de ser ya una anciana. Fue fiel seguidora de Monseñor Romero, con quien sostuvo amistad cuando él estuvo en la Catedral de San Miguel. Mi madrecita en su tienda siempre mantenía banderas y afiches y ponía música con esperanzadores mensajes reivindicativos y denunciativos ”, finaliza su testimonio Mariposa.

En comunicaciones posteriores, confirmé con Mariposa otros datos de su largo caminar cultural. Su madre, Juanita Monjarás, como artesana del barro negro de Guatajiagua, que creció en el trabajo de la losa. Desde muy niña aprendió el oficio de hacer comales, ollas, porrones, cántaros grandes y pequeños, vasijas, sartenes, picheles y todo lo que se hace del barro, acervo propio de nuestros antepasados Lencas. Anexo a lo cultural peculiar anterior, también lo típico de las mujeres luchadoras salvadoreñas conocedoras de las plantas medicinales de tradición milenaria de nuestros ancestros, y, en la comida del maíz sabía Juana preparar, entre otros, los siguientes platillos: tortillas, pupusas, elotes asados y sancochados, atol, montucas, tamales de elote, riguas, alrededor de ocho o más platillos, y, lo mismo podríamos decir de las preparaciones del pescado, de las gallinas, etc. Toda una cultura popular de comida: unos treinta platillos y especialidades se quedan cortos, y podría haber competido con cualquiera de los mejores cocineros(as) del mundo.

Mientras que don Paco, padre de Mariposa, fue sastre y gran lector autodidacto; un hombre analítico, conocedor de la historia y decidido a que su familia debía luchar para cambiar el estado semi feudal y modernizar El Salvador y Centro América con ideas y acciones combativas pacíficas activas. La madre de don Paco, o sea la abuela de Mariposa, Francisca Benavides de Manzanares, dueña de una de las primeras panaderías en San Miguel, fue de las dirigentes combativas de la huelga de los panaderos, hace muchos años.

Por la anterior afirma Mariposa, toda la familia se involucraron de diversas formas en la oposición activa al régimen imperante, y algunos de sus hijos, ya por decisiones personales, se enlistaron también en la insurgencia, como su hermano Francisco, popularmente conocido como Paquito Cutumay (31), muerto, como ya se conoce, de manera violenta después de los Acuerdos de Paz en San Miguel, el 08 de octubre de 1996; con participación directa, como hechores materiales de algunos elementos de la recién fundada PNC (Policía Nacional Civil). Según Mariposa, y más importante todavía, Paquito Cutumay fue desde niño un personaje integralmente cultural: músico, poeta y muy alegre.

Con Mariposa seguimos en contactos ocasionales, y uno de ellos fue su participación con su grupo Vaguada en las fiestas de la Virgen de Guadalupe el 11 de diciembre del 2004, cuyo tema central era el cuestionamiento contra la destrucción de la finca El Espino, ya iniciada por algunos sectores de las conocidas familias Poma, Dueñas, Simán y otros anexos, para construir centros de consumo con todos los riesgos que significaban, en especial para la ciudad capital en peligro de inundaciones futuras a causa de la destrucción de buena parte de la finca mencionada. En esta oportunidad, también le acompañó su madre, doña Juanita, pero prácticamente ella pasó inadvertida, y lamento no haberla saludado.

Como parte de sus programas culturales, en su restaurante Papalut inaugurado apenas el 24 de junio /2006, nos invitó con Félix Montano a la presentación nuestro libro Literatura precolombina, un códice por descifrar. Llegamos allí la tarde del dos de julio de 2006, y ante regular número de asistentes, muchos de ellos llegados desde San Salvador, expusimos nuestro ensayo. Realizamos una rifa del libro y don Francisco A. Manzanares, padre de Mariposa, se lo ganó.

Al terminar la exposición y la natural tertulia posterior, me llamó la atención ver en una mesa a un señor serio y elegante leyendo el libro expuesto. Pregunté a mariposa quién era “ese señor”, pues me llamó la atención. Ella me contestó: “Es mi papá. Mi mamá no pudo venir porque tenía un dolor de muelas. Se quedó en casa…” Fue la única vez que vi directamente a don Francisco, y de veras lamento no haberme acercado a saludarlo. A su madrecita Juanita, no tuve la oportunidad de conocerla.

Regresamos en caravana alrededor de las nueve de la noche a San Salvador todos los que de allí proveníamos y el siguiente día viajé a Guatemala, donde residía. Y mi sorpresa fue cuando, en la tarde, abro el correo con la triste noticia de Mariposa que, aprovechando la noche de la presentación cultural, habían martirizado con lujo de barbarie a sus padres: Juana y Francisco. La noticia me dejó sin palabras y solo me preguntaba ¿cómo era posible que los asesinos hubieran aprovechado un momento histórico cultural para perpetrar su crimen?

En El Salvador, como ejemplos representativos de este martirio cultural, aparte de los tristes acontecimientos del genocidio en1932 de nuestros ancestros originarios en el occidente de El Salvador, tenemos tres casos típicos conocidos en todo el mundo y que todavía están en la impunidad, si bien ya se conocen algunos de sus hechores, incluso por confesiones directas:

1.- Roque Dalton, el poeta y literato salvadoreño más conocido en el mundo, martirizado un 10 de mayo de 1975. Cuestionador incluso de las desviaciones insurgentes. Quién no conoce y recuerda su inmortal Poema de amor

2.- Los seis sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras, sacrificados en la UCA el 16 de noviembre de 1989, cuando sabemos que la intención principal era matar a Ignacio Ellacuría, filósofo de talla mundial, reconocido como uno de los filósofos clásicos de todos los tiempos. Claro, ello no demerita la enorme cultura del resto de los mártires de esa fecha.

3.- Monseñor Óscar Arnulfo Romero, martirizado el 24 de marzo de 1980. Exponente de primer orden en el ámbito de la cultura religiosa como pregonero de la paz, fraternidad y justicia, como valores del Reino de Dios que vino a predicar Jesús de Nazaret.

Un acervo cultural enorme tanto nacional, ancestral y familiar que se pierde por la muerte violenta de sus representantes; riqueza cultural muy difícil de continuar o rescatar.

Hago los comentarios anteriores como una gota de agua de solidaridad humanitaria; en el presente caso, enfocado en el aspecto cultural de Francisco y Juana, martirizados en una fecha de presentación de un ensayo cultural y en un restaurante y lugar que también irradiaba cultura. Y como un estímulo al aporte literario que Mariposa sigue dando, unido a su característico humor, a pesar de las dificultades personales por las que ha tenido que pasar: exilio, difamaciones y otras situaciones adversas. Ella, junto a muchos Cuscatlecos Quijotestos más, siguen aportando cultura a Cuscatlán, en medio de las tinieblas, incluyendo el COVID-19; pero, con “la terquedad del izote”, buscan iluminar este difícil amanecer cultural.

Mario Ramos, sacerdote, Director del Instituto Emiliani, Congregación Somascos, Guatemala.

octubre 7, 2020   ningún comentario

UCA 16 noviembre 1989, imborrables recuerdos martiriales (1) “Este crimen se investigará”

Mario Ramos, San Salvador, noviembre 2014*

Este año conmemoramos el 25 aniversario del martirio de los seis sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras (Julia y Elba) en la UCA (Universidad Centro Americana José Simeón Cañas). Junto a los actos conmemorativos, cada vez en aumento, muchos son los recuerdos y comentarios sobre este acontecimiento, a la vez doloroso y pascual. Quienes entonces estudiábamos en esa universidad, guardamos en las telarañas de nuestra memoria, algunas anécdotas que deseamos desempolvar.

Todos recordamos los acontecimientos de la Ofensiva guerrillera del FMLN iniciada el 11 de noviembre. Como habitaba en el Instituto Emiliani de La Ceiba de Guadalupe, desde esa fecha fui testigo directo de lo más duro de los combates entre la insurgencia y las fuerzas militares gubernamentales, combates y balaceras interminables que se acrecentaron a partir del 13 de noviembre en las zonas aledañas al Instituto.

En El Instituto, en lo posible seguimos con “las actividades normales” escolares evaluativas de final de año. El 16 por la mañana al ir a la colonia Altos de Guadalupe a buscar a un profesor del Instituto él me dijo a quemarropa: “dicen que han matado al padre Ellacuría”. Con la incertidumbre todavía, pero a la vez muy impresionado y altamente preocupado me dirigí a la casa de los Jesuitas en Jardines de Guadalupe, y, allí mis compañeros de la UCA, entre ellos “ Guazapo” me confirmaron la triste noticia y que luego pude confirmar personalmente al llegar al jardín de la UCA y ver todavía los cadáveres cubiertos con sábanas blancas y algunos personeros judiciales realizando los elementales peritajes; algunos periodistas y claro, varios religiosos jesuitas y personas allegadas muy consternados.

El 18 asistí a la Santa Misa de cuerpo presente en la capilla de la UCA alrededor de las nueve de la mañana, pues hubo la noticia que ese día sería el entierro; que luego avisaron sería el siguiente día. La Eucarístía siempre se celebró y allí el ambiente era de luto, llanto y dolor de todos los presentes, principalmente profesores y alumnos (as); solo los abundantes reporteros buscaban guardar alguna serenidad. Presidió la misa el padre Eduardo Váldez, nuestro maestro, acompañado alrededor de una veintena de sacerdotes entre los cuales destacaba monseñor Ricardo Urioste. La homilía la pronunció con toda serenidad y entre otras cosas dijo el padre Váldez: “esta es la contribución que la UCA da también en esta vorágine de sangre desatada en estos días, en los cuales ya llevamos alrededor de 800 muertos…..” Entre todos los presentes surgían en nuestro interior el recuerdo de las palabras bíblicas: “Estos son los que vienen de la gran tribulación; han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la sangre del Cordero” (apc 7,14). Para no ir solo solicité al joven seminarista hondureño Carlos Chinchilla que me acompañara a la celebración. Al finalizar la Santa Misa y querer regresar a mi cercana residencia no lo encontré, me regresé solo. Cuando llegué a casa le pregunté por qué se había venido y palabras más- palabras menos me dijo: “no pude aguantar el tétrico ambiente que se vivía adentro de la capilla…, hasta me quise desmayar…”

Desde el primer momento de la macabra noticia de los asesinatos, igual que el resto de la población, nos hacíamos como estudiantes de la UCA estas preguntas entre otras, ¿si eso hicieron con Ellacuría y otros personajes académicos de talante mundial, qué no harán con el resto de gatos de la población? han quebrado la columna vertebral a la UCA. ¿podrá reponerse? ¿seguirán las clases normales? Sin embargo, para sorpresa nuestra, como pólvora, rápido se regó entre los estudiantes la noticia de que las clases seguían normales a partir del 25 de noviembre. Entre algunos de los que, cual fantasmas, poco a poco fuimos llegando, estaban: Maricarmen, Fernando Aragón, Sandrita Moreno, Mincho, Carmela, Víctor, Morena, Julita, Guazapo, Irma, Montano, Gloria, Marcos, Juanita, Marco Tulio, Amado, Beatriz, Martín, Pedrito, Alvaro Darío Lara, Domínguez, Góchez, otras y otros compañeros que de momento no aterrizan en mis recuerdos. Casi todos nos encontrábamos por finalizar el profesorado y en la cintura de la carrera de la licenciatura en letras.

Al asistir de nuevo a clases en la UCA a finales de noviembre, las aulas todavía humeaban y olían a pólvora. La bota militar rechinaba a diestra y siniestra pues sus alrededores exteriores estaban todavía militarizados. En una de las mesas de la cafetería encontramos al entonces teniente Roque, quien vestido de civil departía como cualquier estudiante junto a otros “orejas”; hasta respondió el saludo que le hicimos. Este era uno de los oficiales responsables de la guarnición militar de casi trescientos soldados acantonados en el Instituto Emiliani desde el 14 de noviembre. Dicho personaje días antes, allí en el Instituto, a una pregunta sobre los asesinos de los Padres, había respondido ante varios testigos, entre ellos el Subdirector del centro educativo, profesor David Velasco, con palabras robotizadas: “Fueron los guerrilleros”. Con mi compañero inseparable Félix Montano, después de una de las clases, cuál sería nuestra sorpresa al encontrar en el estacionamiento a dos jóvenes, un hombre y una mujer con lentes oscuros, parados junto a las puertas abiertas de su vehículo contiguo al nuestro. Cuando arrancamos, nos siguieron por todo el interior de la UCA y unas cuadras ya en la calle de la Autopista Sur. Nosotros procuramos acelerar de manera normal aunque con el alma en un hilo. Sólo los vimos pasar… Al narrar este episodio en el aula, Sandrita expresó: “No sean gallinas…” Alguien comentó que después del cateo militar realizado en el centro universitario, el padre Cardenal más menos había dicho a sus compañeros: “No sean ingenuos, éstos… nos van a matar por la noche. Vámonos a Santa Tecla”; que alguno de sus compañeros le contestó: “Vete tú si quieres; nosotros nos quedaremos aquí”. Al respecto, Mario García comentó: “A Ellacuría se le durmió el pájaro, pensaba ser amigo de Cristiani y vean lo que le pasó…”

En contraste con la “bota militar”, de los sacerdotes martirizados, recordábamos su humanismo, sus pedidos constantes por una salida negociada al conflicto armado, la seriedad académica, entre otras cualidades y virtudes. En particular, recordábamos la bondad y sencillez del padre Amando López cuando nos impartió uno de los cursos de Filosofía. De Ellacuría, como rector, eventualmente lo encontrábamos apresurado en los pasillos, sonriente respondía a nuestro saludo. En el aula contigua a la nuestra impartía filosofía a un pequeño grupo de alumnos fijos, pero el salón casi siempre rebalsaba por los visitantes eventuales (y “orejas”) a su eminente cátedra. De lejos conocíamos y oíamos su voz elocuente y persuasiva. Algunos lamentábamos no haber participado como oyentes en sus extraordinarias clases para conocer más a su filósofo predilecto: Xavier Zubiri. Meses antes lo habíamos escuchado en el auditórium, cuando en el transcurso de una conferencia nos contó sus experiencias como mediador junto con monseñor Rivera en la liberación de la hija del expresidente Napoleón Duarte. Narró cómo al obispo le habían proporcionado una buena bestia mular pero que a él le tocó remar duro durante varias horas por el cerro Guazapa, y de esta anécdota con humorismo invitó a todos los estudiantes a practicar deportes.

Entre el temor y la incertidumbre reiniciamos con “normalidad” las clases. Nuestra sorpresa fue que los profesores y profesoras, si bien mostraban cierto nerviosismo, en vez de encontrarlos deprimidos y lamentar lo sucedido, llegaron todos con aparente entusiasmo. La licenciada Ana Fría, sólida académica española en sus clases de Lingüística e Historia de la lengua castellana, con la mirada perdida en el horizonte mientras impartía la materia, casi no comentó nada de lo sucedido, aunque la habíamos visto derramar lágrimas en la vela y el entierro de los Mártires. El licenciado Rafael Rodríguez (Lito), se atrevió a comentar un poco más sobre la tragedia; entre otras cosas, dijo que el mejor homenaje para los padres asesinados era seguir adelante y que las clases, los trabajos y los exámenes continuaban con normalidad, “Pero mirá, Lito”, le dijo Martín, “está bien que sigamos, pero tomá en cuenta que en Soyapango la situación está yuca, yo no sé si podré continuar”. El licenciado Francisco Andrés Escobar comentó que al entierro de los religiosos se presentaron el presidente Cristiani y el embajador norteamericano William Walter, pero que los asistentes los marginaron al mostrar hacia ellos silencio y total indiferencia. Esa misma noche, Santiago, de la clandestina pero muy escuchada Radio “Venceremos” leyó el editorial intitulado algo así: “La hiena vuelve a donde dejó su carroña”, con especial dedicatoria a la presencia en los funerales de estos dos personajes. Los comentarios comunes en voz baja eran, que esta cínica conducta sólo era conocida en las películas de la mafia Siciliana.

Por último, la licenciada Carmen Álvarez en aquel entonces, según el comentario general del estudiantado era quizá la profesora menos sólida académicamente, pero bien definida en la misión humanística de la UCA; en una de sus clases de periodismo, Martín le preguntó: “Mirá Carmencita ¿a estas alturas, qué sabe la universidad sobre los verdaderos asesinos de los padres, pues corren voces que fue el Ejército, Ponce, Bustillo y otros de la Tandona y el alto mando? A lo que ella, después de tomar suficiente aire, con voz suave y pausada respondió: “No les puedo adelantar nada. Sólo una cosa les aseguro: “pase lo que pase, este crimen se investigará… por favor sigamos con la clase”…

  1. Este escrito lo presenté como prueba escolar a finales de noviembre 1989, en una materia de periodismo en la UCA con el profesor Daniel Rivas. Con algunos arreglos, en fecha que no tengo presente lo publicó algún tiempo después el periódico Colatino.

* Mario Ramos es sacerdote, Director del Instituto Emiliani, Guatemala.

octubre 7, 2020   ningún comentario

Valoraciones y poemas para acompañar, día 31 del XIV Festival Palabra en el mundo

Termina un ciclo

Tito Alvarado

Al comienzo nadie tenía una idea clara, quizá reaccionamos antes que muchos poderes, pero sin duda fue con algo de retraso. De médico, poeta y loco, todos tenemos un poco, dice el dicho. Solo que los poetas tenemos de médico algo, de poeta más y de loco mucho más. Gracias a esta locura dijimos, la versión XIV de Palabra en el mundo, de todas maneras va.

Proponer un Festival en condiciones de pánico, de confinamiento, distanciamiento social y todo tipo de rumores o noticias falsas, con algunas verídicas, peores que las falsas, era una locura. Y sin embargo, hemos terminado un proceso, vivido aceleradamente, en que quienes han participado han hecho su aporte para obtener un resultado que bien podemos decir es una creación heroica.

La heroicidad se da por los factores de aprovechar tecnologías al alcance de la mano, salvo que quienes tenemos sus años estamos un poco rezagados, entonces a ponerse al día, a encontrar eco, a improvisar sobre la marcha y sobre todo confiar en la respuesta. Todo esto nos demuestra que hemos entendido nuestro papel en el mundo.

No habrá Paz si no la logramos a fuerza de razones, de arte, poesía y una enorme capacidad de soñar y mostrar, en nuestro actuar, el mundo que queremos.

Antes del virus que nos ataca como personas, como sociedad y como modos de vida, había una manera de convivir, una anormalidad aceptada como lo normal, ese modo es el que está en duda hoy, se agudizan la pobreza, las injusticias y se demuestra que así no podemos seguir viviendo.

En este tiempo de forzado encierro en nuestros pocos metros cuadrados, hemos ejercido el arte de pensar. Algo infinitamente pequeño está destruyendo lo colosal que teníamos por sólido, Se produce el hecho probado hace más de doscientos años: “Lo concreto se deshace en el aire”.

Pero la vida a cada instante nos enseña que solo el movimiento es eterno, en un cambio constante. Lo que ayer era, hoy no es. Ni nosotros somos los mismos.

Ahora el desafío es seguir, fortalecidos, expresando nuestro sentir, acompañando al mundo, cosechando los frutos de la alegría. Hemos demostrado que, unidos en la diversidad podemos aportar la diferencia. La XV Versión del Festival en todas partes: Palabra en el mundo será otra creación heroica y nosotros seremos capaces de volver a superarnos a nosotros mismos.

Situados en las circunstancias actuales hemos asumido el papel de hacer con estas circunstancias algo mejor. Somos creadores en literatura, en realidades nuevas, en sueños realizados, en gestos solidarios, en avanzar en el desarrollo de nuestro potencial. Esto es poesía.

Poema encadenado, escrito por varios poetas, en Goya, Corrientes, Argentina.

La técnica es que cada poeta aporta un verso.

Caricia perdida

Hoy no puedo abrazarte.

Y te extraño, miro la estrella brillante y se que estas ahí.

Entre miradas de dulces sinfonías.

Cada minuto que pasa te reclama,

lo bueno de este mundo me recuerda a ti,

pude amar esta noche con ternura infinita

y aunque estés lejos siento tu magia cerca.

El filo de tu ausencia desgarra mi piel.

Tampoco te puedo ver, pero, sé que estás a mi lado,

mi corazón mira la luna y te encuentro,

esto es soñar

rodeada de estrellas azules, que desnudan el alma,

que me hacen pensar en alternativas posibles para volverte a sentir.

Un vínculo infinito nos hermana.

junio 6, 2020   ningún comentario

PAZ

María Camila Fernández, alumna de 6toB Colegio Carlos Pellegrini. Florencio Varela. Provincia de Buenos Aires. Argentina.
Enviado por: María Rosa Rzzepka

Es aquel sentimiento que se esconde en cada ser, que se busca a través de los años del ser humano, irónicamente a veces puede hallarse a través del dolor.

A través de las lágrimas, cuando por fin te alejas de aquello que te molesta o incluso evitaste ver durante mucho tiempo la paz está atada tanto a las cosas buenas como malas.
Aún no sé muy bien que es la paz en sí, quizás cuando sea mayor tenga una visión más alta de lo que es. No me refiero a la violencia, ese no es el punto al que quiero llegar.

Has oído la frase “No puedes dar aquello que no tienes, muchas veces he oído gente decir que lo da todo por algo o alguien y se siente decepcionado por no recibir lo mismo a cambio. ¿Te sentiste así alguna vez? … yo sí.

Y eso es lo que pasa cuando vives pendiente de los demás y no eres capaz de pensar en ti mismo antes. ¿que tiene que ver eso con la paz? me dirás. Bueno, he visto y escuchado que la paz es ser solidario. “Piensa en él, en otra persona”, que en parte está bien pero no tan bien.¿ Porqué ?

No sabes si la otra persona estará ahí realmente y si lo está, como un padre o una madre, no estarán toda la vida. No puedes dar aquello que no tienes, si no tienes paz, no puedes transmitirla, si tú no te consideras primordial nadie lo hará.

Para mí es importante tener esa paz para poder ayudar a otros a encontrarla, “más egoísta es pensar mucho en otro y no pensar en ti”, sin llegar a una situación totalmente enfrentada con la premisa de ayudar al otro. Es bastante complicado en sí, como dije soy joven, quizás mi pensamiento sea correcto, quizás erróneo. Primero intentaré encontrar mi paz, así, ayudo a los demás.

junio 6, 2020   ningún comentario

No todo tiempo pasado fue mejor

Roberto Massari, nos hace llegar una breve crónica escrita por Tito Livio, quien fue autor de 142 libros con la historia de Roma, solo 35 han llegado a nuestros días. El título de esta nota está dado por las circunstancias actuales de pandemia. Cualquier parecido con la realidad actual no es mera coincidencia.

(Latin, Castellano, Français, English, Italiano).

Latin

Ac primo temporis ac loci vita et aegri erant et moriebantur; postea curatio ipsa et contactus aegrorum volgabat morbos, ut aut neglecti desertique qui incidissent morerentur aut adsidentes curantesque eadem vi morbi repletos secum traherent, cotidianaque funerea et mors ob oculos esset et undique dies noctesque ploratus audirentur. Postremo ita adsuetudine mali efferaverant animos, ut non modo lacrimis iustoque comploratu prosequerentur mortuos sed ne efferrent quidem aut sepelirent, iacerentque strata ex anima corpora in cospectu similem mortem exspectantium, mortuique aegros, aegri validos cum metu, tum tabe ac pestifero odore corporum conficerent; et ut ferro potius morerentur, quidam invadebant soli hostium stationes [Titus Livius XXV 26: 8-11].

Castellano

«Al principio, la gente caía enferma y moría a causa de la estación y la insana localidad; después, el cuidado de los enfermos y el contacto con ellos extendió la enfermedad de modo que los que la contraían morían descuidados y abandonados, o arrastraban con ellos a los que les cuidaban y que, así, resultaban contagiados. Las muertes y los funerales eran un espectáculo diario, por todas partes, de día y de noche, se escuchaban los lamentos por los muertos. Al fnal, la familiaridad con la miseria embruteció de tal modo a los hombres que no solo no seguían a los muertos con las lágrimas y lamentos que exigía la costumbre, sino que incluso rehusaban trasladarlos fuera para el entierro y los cuerpos sin vida eran abandonados, yaciendo ante los ojos de quienes esperaban una muerte similar. De aquella manera, la temible, fétida y mortal putrefacción que surgía de los cuerpos muertos resultaba fatal para los enfermos, y estos lo eran igualmente para los sanos. Los hombres preferían morir por la espada y algunos, en solitario, atacaban las posiciones enemigas» [Tito Livio XXV 26: 8-11].

Français

«D’abord l’intempérie de l’automne et le mauvais air amenèrent des maladies mortelles; bientôt les soins mêmes donnés aux malades et leur contact propagèrent la contagion: il fallait ou les laisser périr sans secours et sans consolation, ou respirer, en veillant près d’eux, des vapeurs pestilentielles. On n’avait chaque jour sous les yeux que la mort et des funérailles: on n’entendait le jour et la nuit que des gémissements. Enfin l’habitude du mal y avait rendu tellement insensible, que non seulement on ne payait plus aux morts un juste tribut de larmes et de douleur, mais qu’on négligea même de les enlever et de les ensevelir. La terre était jonchée de cadavres gisant sous les yeux de ceux qui attendaient le même sort; la crainte, l’odeur fétide des morts et des mourants hâtaient la fin des malades et infectaient ceux qui ne l’étaient pas. Quelques-uns, aimant mieux mourir par le fer, allaient seuls attaquer les postes ennemis» [Tite Live XXV 26: 8-11, trad. M. Nisard]. 

English

«Later the mere care of the ill and contagion spread the disease, so that those who had fallen ill died neglected and abandoned, or else they carried off with them those who sat by them and those who nursed, having caught the same malignant disease. And so every day funerals and death were before their eyes, and wailings were heard on all sides day and night. Finally, from habituation to misery they had so lost their humane feelings that, so far from escorting the dead with tears and the wailing that was their due, they did not even carry them out and bury them; and dead bodies lay strewn about before the eyes of men awaiting a like death, and the dead seriously affected the ill, the ill the sound, not only through fear, but also by putrefaction and the pestilent odour of corpses. And some choosing to die by the sword, dashed into the outposts of the enemy single-handed» [Titus Livius XXV 26: 8-11, transl. Frank Gardener Moore]

Italiano

«Dapprima la gente si ammalava e moriva solo per colpa della stagione e del luogo; poi il fatto stesso delle cure e del contatto fra ammalati diffondeva il morbo in modo che, o coloro che erano colpiti dal flagello morivano trascurati e abbandonati, oppure i morenti trascinavano con sé quelli che li assistevano e li curavano, appestati dalla virulenza del male; cosicché morte e funerali erano per tutti spettacolo quotidiano e giorno e notte da ogni parte si udivano pianti. Alla fine la consuetudine col male aveva talmente reso crudele l’animo degli uomini, che non solo non si accompagnavano i morti con le lacrime e col dovuto compianto, ma neppure si portavano via o si seppellivano; i corpi esanimi giacevano distesi al suolo sotto gli sguardi di coloro che erano in attesa di una simile morte. Intanto i cadaveri consumavano del tutto i malati e i malati i sani sia con la paura, sia con il pestifero fetore dei corpi in decomposizione. Alcuni, pertanto, volendo piuttosto morire di ferro, davano da soli l’assalto ai presìdi nemici» [Tito Livio XXV 26: 8-11, trad. Bianca Ceva].

www.roberto-massari.blogspot.com

junio 6, 2020   ningún comentario

Covid-19: del Perú para el mundo

Ángel Morote Contreras. Lima. Perú.

Saludos a los integrantes del Proyecto Cultural Sur, amigos en el Perú, América y el resto del mundo. La situación que vive el pueblo peruano es una emergencia de salud pública nacional, circunscrita dentro del sistema capitalista, muy bien estructurado y dirigido para fines oscuros, que afecta la salud, vida, medio ambiente y la naturaleza.

La corrupción generalizada a nivel de gobiernos anteriores y hoy también, agudizan el caos y la forma de enfrentarlos, prueba de ello, tenemos a varios ex presidentes y funcionarios «delincuentes» en prisión, éstos desatendieron la nutrición, salud, educación entre otras acciones necesarias para el desarrollo humano y el país en su conjunto; cuyo resultado nos coloca, como país vulnerable, entre los primeros América.

El gobierno de turno enfrenta la situación caótica con recursos provenientes, mayormente, de préstamos internacionales en «condiciones favorables», hacen inversión pública y «apoyo a la población» comprometiendo: la seguridad nacional, reservas de recursos públicos, hipotecando de por vida el futuro del pueblo peruano. La economía del país está en manos de grandes y medianas empresas internacionales y nacionales favorecidas con el apoyo financiero del gobierno central; mientras que la pequeña empresa, micro-empresa, empresas familiares y los empresarios informales, que pagan sus impuestos, generan millones de puestos de trabajo, son desatendidos y están en vías de extinción masiva con consecuencias impredecibles. Cabe mencionar también que actividades al margen de la ley, el narcotráfico practicado por delincuentes, políticos, amigos y familiares allegados a ex presidentes corruptos, están siendo controlados por primera vez, únicamente por la pandemia.

Dura realidad que requiere mucha dedicación, tacto y conocimiento de nuestros gobernantes para evitar conflagraciones, mientras el común de los peruanos perecemos, como en tiempos pasados, al «hombre de las cavernas», con escasos recursos o sin ellos; otros hacen cuarentena con abundante comida y vino, obtienen permisos para transitar libremente, aprovechando el estado de emergencia; otros-as, incluso logran su libertad de los centros penitenciarios. A la población pobre se les asigna bonos, canastas de víveres, muy ínfimos, a la mayoría no les llega ningún tipo de ayuda social; en este medio, los funcionarios públicos y los poderosos abultan sus bolsillos en plena cuarentena y toque de queda, cuando se enferman, se atienden en clínicas y centros de salud bien equipados con muchos otros privilegios.

Los cementerios y hospitales están colapsados, fallecen, en su mayoría, la población vulnerable de estratos bajos, incluso policías, médicos, servidores públicos de limpieza, por falta de equipo médico y atención necesaria. La corrupción del poder tienen brazos largos para decidir quien se conecta o desconecta a equipos de ventilación y suministro de medicamentos «sustentado» en “protocolos médicos” oscuros, confusos y direccionados.

En los penales reina el caos, la desesperación, miedo, terror, enfermedades y muertes. En las altas esferas del gobierno tenemos once congresistas infectados, un ministro de estado entre otros políticos, y hasta un candidato presidenciable, de tendencia izquierda, no atendido.

Hay un éxodo de personas pobres hacia sus lugares de origen, incluso deciden volver a pie huyen del encierro forzado, la enfermedad, la falta de seguridad en ciudades metrópolis; puesto que perdieron su única fuente de sustento, el trabajo.

Se nos aproxima una nueva pandemia y efervescencia social a puertas de un escenario electoral, tenemos crisis de sanidad pública profunda, crisis económica con altos índices de indigencia y despido de trabajadores. El estado de emergencia se prolonga en repetidas oportunidades en medio de una población desocupada, con actividad predominante de informalidad, irresponsable, que no entiende que la salud y la vida son prioritarios.

COVID -19 nos sensibiliza, nos demuestra a los seres humanos que somos destructores y enemigos de nuestro hábitat. La naturaleza sabia pide su espacio en el tiempo para dar respiro, recomponerse y seguir brindándonos condiciones de vida, salud de manera gratuita, nos da una gran lección de vida o muerte para tener en cuenta, sí o sí, en un futuro no muy lejano. Imploramos a nuestro señor creador que nos proteja de todos los males causados por los mismos hombres, si todavía cabe llamarlos así. Señalo que COVID-19 desnuda la realidad de la vida, la verdad y cuyas consecuencias sentimos, vemos y como nuestro razonamiento nos dice que no somos nada, un minúsculo virus nos está acabando; a la vez nos hace entender que somos iguales en ciertas cosas, por ejemplo, echemos una mirada en Lima, la capital del Perú, al muro de la vergüenza y controversia levantado para evitar el tránsito de la población pobre por dominios de la población privilegiada construido en los límites de asentamientos humanos de Pamplona Alta, en el distrito de San Juan de Miraflores y las urbanizaciones Camacho, la Molina, ubicados en distritos capitalinos de Surco y la Molina al estilo de la muralla China, límite y fronteras que no conoce COVID -19.

Después de hacer un análisis, opino que se nos vienen tiempos difíciles, nunca antes vistos como son: las emergencias ecológicas, desastres naturales, contaminación electromagnética, hambrunas, enfermedades desconocidas, guerras, COVIDS -20,21; si los «amos y dueños del mundo» perseveran en su afán de dominar, someter a sus congéneres mediante políticas de extracción desmesurada de recursos, enriquecimiento, extinción de la vida, empobrecimiento y contaminación de recursos naturales y del medio ambiente.

El Perú, en estos momentos vivimos una crisis sanitaria, social, política, económica y el mundo está a puertas de una catástrofe global. Para finalizar mencionó que los ricos y pobres, en algo preciso, somos iguales, en la travesía hacia lo desconocido y la eternidad.

La corrupción, aunque no lo quieran aceptar muchos «poderosos», es la madre de todos los males, en el pasado y ahora, hay que luchar contra ella, encarar, vencer, extirpar, desaparecer para siempre.

Dios nuestro no permita tanta injusticia, desigualdad, maldad en este mundo, en tus manos estamos, confiamos en ti, “Señor de los «señores”.

junio 6, 2020   ningún comentario

Entrevista a Gabriel Jiménez Emán

José Javier Sánchez, Venezuela. Me encontré con Gabriel Jiménez Emán (G J E), la noche del martes 12 de noviembre y caminamos desde la Feria del Libro rumbo a la candelaria donde se hospedaba junto a otros escritores invitados. La luna llena y las luces de la ciudad sirvieron de antesala a una conversación que le debía Gabriel a sus lectores. Recientemente galardonado con el Premio Nacional de Literatura y con una producción literaria importante para las letras venezolanas y el mundo, Gabriel, escritor polifacético, lector voraz, editor acucioso y promotor del libro comprometido nos muestra su dimensión humana desde la experiencia significativa.

Cuáles son tus impresiones sobre esta edición de la feria del libro el resultado de sus actividades desarrolladas en la feria y que opinión te merece la feria en este momento en las condiciones económicos sociales y políticas en las que se encuentran el país.

Ante tantas dificultades sobretodo del dinero efectivo, transporte producto en medio de la guerra económica que sufre el país actualmente, creo que nos hemos sobrepuesto y desde un esfuerzo mancomunado hemos superado toda esa contingencia para que se imponga la cultura. A través del libro se conecta la realidad del país a cosas más profundas. Se conecta al espíritu del país, al alma del país.

Estamos en una experiencia extraordinaria porque en el centro histórico de caracas donde están las bibliotecas el concejo municipal la plaza bolívar los teatros, una vez más ha salido fortalecido el pueblo de caracas, de Venezuela y ha salido fortalecida la cultura del país.

José Javier Sánchez (J J S): Cómo llega Gabriel a la literatura ¿cuáles fueron los escenarios, espacios donde nace esa necesidad, esa pasión?

Gabriel Jiménez Emán ( Yo nací en San Agustín del sur. Yo asistía a una escuelita en San Agustín la “Gabriela Mistral”. Desde El Calvario. Yo me crié en los bloques de El Silencio, en el bloque 1, donde viví de niño. En la adolescencia viví en San Felipe.

Desde que yo era un niño estuve muy rodeado de libros porque mi padre Elísio Jiménez Sierra que fue un escritor, ensayista y poeta muy importante, también fue un gran lector de la literatura clásica, greco-latina, europea, del romanticismo, del modernismo.

Siempre en la casa hubo libros, de modo que todos mis hermanos y mi familia nos construimos desde muchas lecturas, pero aprendimos también de la experiencia de la música, la plástica, el cine la radio. En casa siempre se daban veladas literarias, veladas musicales con nuestros amigos, los amigos de nuestro padre, se tejían siempre coartadas para que sucedieran grandes celebraciones.

J J S: ¿Algún libro, algún autor que produjera experiencias significativas en ti de niño o de joven?

G J E:Yo me acuerdo de un volumen muy gordo muy grueso impresionante con tapa dura y solapas de lujo de Edgar Alan Poe, ese libro para mí era una cosa maravillosa porque tenía ilustraciones de los cuentos. Los libros de Julio Verne viaje al centro de la tierra, con ilustraciones extraordinarias, me abrieron la imaginación. Esa literatura fantástica de H G Wells. La literatura popular rusa, la literatura popular china, las fábulas griegas, Esopo, la Fontaine, Samaniego, esa ensalada maravillosa de imaginación desde que estaba adolescente. La ciencia ficción me tocó mucho. La literatura inglesa: Drácula, esa literatura que luego fue llevada al cine. Toda esa literatura macabra, gótica. Yo leía los libros, luego veía las películas, comparaba y eso me indujo a esa lectura de esas grandes aventuras. Para mí los escritores eran como unos héroes capaces de tejer universos. Sacaban tantas cosas de su imaginación.

J J S: ¿Cómo fueron tus primeros acercamientos a la escritura?

G J E: Yo escribía cuentitos desde que estaba pequeñito, pero no se los mostraba a nadie. Luego cuando llegué a los veinte años comencé a escribir cuentos más realistas sobre cosas que me pasaban Después, con las lecturas fui creyendo que yo algún día podía convertirme en escritor de un libro esa me daba mucha ilusión poder escribir un libro. Fui coleccionando poco a poco cuenticos. Que publicaba en diarios regionales de san Felipe Carora Barquisimeto y Mérida. Yo estaba muy influenciado por las antologías que se hacían de la literatura fantástica que hicieron Jorge Luis Borges junto a Bioy Casares empecé a leer antología de cuentos breves y seguir escribiendo.

Hasta que un buen día, en 1973 publiqué mi primer libro “Los dientes de Raquel” en Monte Ávila Editores, cuando tenía 23 años y fue un libro que gustó mucho. Con ese libro llegué a Mérida y recibí mucho estimulo de los estudiantes y profesores de la ULA. Pedro Parayma, Carlos Contramaestre y sobretodo Salvador Garmendia, también lo publiqué allá y me lo ilustró un gran amigo, Vladimir Puche. Después de la experiencia en la ULA quise viajar, seguir viajando, ya no quise seguir en la academia, no quise graduarme de nada sino seguir escribiendo y viajando que es lo que más me gustaba. Me vine a Caracas me fui a España y seguí escribiendo. Así poco a poco las editoriales fueron aceptando mis cuentos y yo seguí profundizando en la escritura.

J J S: ¿Cómo te acercas a la poesía?

G J E: Con la poesía me ocurrió una cosa rara, fue una especie de rapto de la nocturnidad. Yo siempre ligué la poesía con la noche, con la alegría festiva de la noche y con los misterios de la noche. La noche siempre me pareció sumamente poética, quizá porque leía mucho a los poetas románticos, y porque las experiencias que se daban en la noche me parecían más enigmáticas que las del día. Hacer el amor con las mujeres en la noche, hablar con los amigos en la noche, tratar de descubrir los misterios de la noche a través de la poesía y mi poesía no la hice como una cosa preconcebida sino como una manera existencialista. La poesía para mi es una experiencia existencial no es una experiencia filosofía ni preconcebidamente estética. Es una cosa de mi propio yo interno. Todos mis amigos y mis padres vivieron una noche muy intensa y todo eso me impacto mucho. Todo lo que se hacía de noche. La amistad, los tragos, la bohemia, las mujeres. Pero nunca me quise imponer como poeta. Era una necesidad existencial, vital. Le escribía a la melancolía, a las cervezas a las ciudades en la noche era y es poesía nocturna.

J J S: Tu experiencia periodística tu encuentro con otros autores ese deseo periodístico.

G J E: Siempre me gusto escribir sobre poesía y sobre narrativa. Comencé escribiendo pequeños artículos en el diario de Carora en una revista llamada talud, luego en Yaracuy fundamos la revista Rendija. El género de entrevista siempre me gustó pero no lo hacía como periodista sino como escritor. Me parece que si uno sabe abordar bien a los escritores puede extraer cosas muy reveladoras. No solo se debe hacer una entrevista para publicarla en un periódico sino hay que hacer que el escritor se sienta cómodo estimulado con buenas preguntas. Me parecía maravilloso poderme acercar a grandes escritores. Recuerdo que al primero que entrevisté fue a Salvador Garmendia para la revista Zona Tórrida de valencia. Yo era un muchacho y Salvador era un hombre de más de cuarenta años, formado como narrador.

J J S: ¿Qué escritores te influenciaron?

G J E: Me influenciaron escritores como José Antonio Ramos Sucre, Don Julio Garmendia, autores mexicanos como juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, encontrarme con otros escritores cono Pablo Palacio de Ecuador, Augusto Monterroso de Guatemala, descubrir que hay una literatura extraordinaria en América latina que puede competir en buena lid con la literatura europea sin ningún complejo. Después conocí a García Márquez, a Cortázar, a Rulfo, a Lezama Lima, a Salvador Garmendia, que era como una especie de tío. Mi relación con dos personas que yo no sabía que se iban a convertir en grandes escritores como Ludovico Silva y Víctor Valera Mora, ellos eran amigos míos, pero después se convirtieron en grandes pensadores en grandes poetas en grandes filósofos.

J J S: ¿De la relación con los amigos de la construcción de la amistad, qué nos dice Gabriel?

G J E: No hay nada que superé la relación con una amiga o un amigo. Ese diálogo infinito de la amistad que se teje, es lo que te permite renovarte como persona. Cuando ya no tenemos amigos es que estamos agotados. Cuando no podemos dar afecto. Esa frase de Gautier Querer “Amar es admirar con el corazón” cuando uno no tiene amigos es porque uno ya está seco por dentro. Las amistades hay que alimentarlas y no es una cosa plana. Uno no puede buscarle defectos a los amigos todo el tiempo, todos estamos llenos de errores. La amistad y el amor son las que hacen la cosa más grande del mundo que yo creo que es la esperanza.

J J S: ¿Qué recuerda Gabriel de Salvador Garmendia?

G J E: Todo. Sobre todo, su humor verbal. La manera que tenía salvador de narrar sus cosas humanamente, muy gracioso. Él tenía un humor negro permanente, una sátira muy sabrosa y su sencillez humana.

J J S: ¿Qué recuerda Gabriel Víctor Valera Mora?

Su capacidad de enamorar mujeres. Admire su desenfado, la rebeldía con la que libraba sus batallas.

J J S: ¿Gabriel Jiménez Emán y el amor?

G J E: El amor es lo que construye a uno, el amor filial, por la familia, por los hijos, por los amigos. El amor pasional, el amor para una mujer. No hay nada que supere la imagen de una mujer frente al mar en traje de baño, mirando hacia el mar, un mediodía, esa imagen es insuperable para un hombre. Eso es algo sublime. Ver a una mujer bailando eso es algo inspirador. Hacer el amor con una mujer eso es un acto al que no le gana nada.

Soy un hombre enamoradizo me enamoré todo el tiempo, me enamoro de la sonrisa, de los ojos, de la oreja, de los dientes. Es que si uno no se enamora uno está muerto.

J J S: ¿Y los hijos para Gabriel?

G J E: Son la cosa más tierna. La ternura que inspiran los hijos y los nietos no la inspira nada. Hoy recibí una carta de mi nieta Alma, que ella le dictó a su mamá, le dijo mamá yo no sé escribir pero yo te la dicto y tú se la dices a mi abuelo. Allí la tengo. La ternura de los hijos y los nietos es la gran compensación que uno tiene en la vida.

J J S: ¿Los amigos y la Fiesta para Gabriel?

G J E:.Soy un hombre dionisiaco, pero no dionisiaco superficial, de la bohemia por la bohemia, la parranda por la parranda. Yo creo que esos momentos que uno pasa con los amigos en medio de una fiesta cuando uno celebra canta, cuando hay una exaltación espiritual, la exaltación del eros del gusto por la amistad, yo creo que esa es otra cosa grande de la vida, que te compensa, que te salva. Que al final te salva si es que tenemos que salvarnos de algo.

Una persona sin espiritualidad, sin mitos, sin ritos, sin alegorías, sin metáforas, sin una utopía, sin un más allá, sin un ideal, sin amigos, está seca, estéril muerta.

Tenemos que ampliar la utopía de un país de un territorio, pero también la utopía de un ser humano más completo.

J J S: ¿En qué momento se encuentra nuestro país y sus habitantes y hacia dónde vamos?

G J E: Los venezolanos estamos pasando por una gran prueba histórica. Estructural porque hemos desperdiciado mucho tiempo en banalidades, en mediocridades, en acumular dinero, tonterías y hemos desperdiciado la mayor parte de nuestras energías en cosas superfluas. Estamos en un momento histórico muy especial, en una coyuntura muy difícil que requiere de esfuerzos titánicos para sobrepasarlas y si salimos ilesos de esta prueba que no resta poniendo la historia podemos dar pasos agigantados pasa salir de una vez por todas de los atolladeros sociales y económicos que estamos y yo le apuesto a la esperanza a la solución colectiva porque así como estamos planteándonos utopías individuales también debemos plantearnos soluciones colectivas por que el hombre individualmente solo no resuelve nada debe haber un ideal de superación colectivo.

J J S: ¿Qué significa recibir el premio nacional de literatura?

G J E: Es un estímulo extraordinario porque verme al lado de grandes escritores como Salvador Garmendia, Adriano González León Briceño Iragorry Picón salas son tantos me siento muy estimulado muy bien y creo tratándose de un premio tan relevante lo menos que puedo agradecer es a la vida al país al pueblo venezolano y a los lectores ese premio.

J J S: ¿Por qué territorios de la escritura transita Gabriel Jiménez Emán hoy?

G J E: Estoy empeñado en seguir escribiendo novelas cortas, cuentos breves estoy abocado a eso y también estoy escribiendo sobre cine y músico deseo homenajear a grandes músicos y cineastas a Fellini y a Chopin. Sigo insistiendo en realizar antologías. Creo que merece la pena seguir investigando profundizando en la literatura venezolana. Seguir sabiendo del país y hacerlo visible.

J J S: ¿Cuáles son tus palabras para el público que se avoca a la feria del libro?

G J E: Siempre hay un lugar para el asombro. La literatura siempre te va a sorprender. La poesía siempre va sorprender. Nunca son suficientes los libros. Hay que leer todo tipo de libros. Estoy convencido de que los libros siempre tienen algún lugar mágico, que te asombrará.

abril 23, 2020   ningún comentario

Noticias fatales de un planeta en veremos

no preguntes por quién doblan las campanas

John Donne

Walter Mondragón 7 de abril de 2020,Tuluá, Valle del Cauca. El primer contagiado era un señor cualquiera de 55 años de Hubei, una provincia China.

Después fue el brote famoso en Wuhan, también en la Conchinchina;

Eso fue el 17 de noviembre, de 2019, doce días pasaron y los infectos sumaron ya sesenta…

En diciembre el médico Li Wenliang alertó sobre la virulencia del virus; más de 180 personas habían sido infectadas, hasta entonces. Li murió infectado semanas después.

En sólo unos días más se expandió por ese país enorme y se habló de ochenta mil contagiados y casi cuatro mil muertes por efecto del Coronavirus 19.

Y después saltó a Corea, y los países vecinos, a la India, a Turquía. Y enseguida se supo que en Irán habían entrado gravemente al baile del Corona, y luego Italia, y España, Alemania e Inglaterra, donde alcanzó hasta el Rey y a su primer ministro que habían llegado de Marruecos, donde habrían adquirido el Covid 19… como empezaron a llamarlo en todos lados,

Porque el virus se extendió por todas partes.

Ayer se reportaron 636 muertes en Italia, país que ha perdido ya 17.127 personas.

1.427 muertes, en Francia, hoy, rebasando en los diez mil muertos por el Covid 19,

Al presente, son casi 14 mil las víctimas mortales en España,

Aún alcanzó, de manera impensable a los Estados Unidos, donde hoy van contagiados 386. 817 y once mil personas muertas, en especial gentes de sus grandes ciudades.

El presidente Ukele, fue el primero en advertir que esto era el comienzo de la tercera guerra…

Y cerró las fronteras de su país … pese a ello El Salvador ya tiene 78 casos confirmados (Para más es Nicaragua, donde sólo registran seis casos de contagio, hasta ahora) chile, Ecuador y Perú están llevados, superan los tres mil casos de Covid.

En argentina van en 1.628…, y en Brasil, se ha presentado la friolera de 12.240 casos!

Ese enemigo invisible al que vencen el calor a 56 °C. (quizás por eso, África, es la parte menos afectada) y los remedios caseros: los buches de agua sal en la garganta; las inhalaciones de vapor por cinco minutos, dos o tres veces diarias: …lo dice un Otorrino! No se da abasto:

El mundo supera hoy 81 mil muertes por causa del acucioso virus y hay un millón y medio de personas contagiadas. Perplejos asistimos a la globalización del exterminio. Acaso persuadidos de que el azar quiso que no fuéramos sus víctimas, hasta hoy, pero que podemos ser los próximos.

Aunque no todas son malas noticias: ¡297.900 se han curado! En casi todo el planeta la producción de bienes de consumo suntuario se ha detenido, y en buena parte también, la polución ha mermado y el relativo silencio y la calma en calles y parques han hecho que acudan a los centros poblados exóticos animales del monte.

Nosotros volvimos a ver, después de muchos años, … un guatín en cercanías de La Marina!

Gratificante también, muy a pesar del Covid 19, es que la gente que topamos en los lugares donde forzosamente hay que ir, anda desarmada, y mira con ojos fraternos a cada desconocido… aunque a metros, claro.

Hoy estamos a 7 de abril de 2020 y 1. 579 paisanos han sido contagiados, de los cuales hanse muerto 37 colombianos … menos de 0,003! Una cifra estadística, se sabe. Y andamos a mitad de cuarentena.

Es triste pensar que podemos contagiarnos y morir. De hecho, algunos han corrido a esconderse en lo espeso del monte, o lejos, a playas desiertas, aterrorizados o avisados, acaso ignorando también las amenazas latentes en esos lugares, tan reales como el virus, aunque todavía pareciera remota la posibilidad.

Nos han dejado muy impresionados las imágenes de los muertos por el Coronavis, en Guayaquil, que fueron arrojados a las calles.

¡Quién nos recogerá a nosotros si morimos! ¡Quién nos acompañará a nuestra última morada! -nos decimos- Parodiando lo dicho por John Donne, en su poema famoso, hace cuatro siglos: Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera nos afecta, porque nos encontramos indisolublemente ligados a toda la humanidad por lazos de tierra, de sangre o calor, y por las redes invisibles del aire; “Por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.”

abril 23, 2020   ningún comentario

Esperanza en seis idiomas

La esperanza vislumbra el devenir,
sin fe no se la alcanza

Marta Prono

Esperanza”

Hay en los campos una humilde planta, que poco se levanta del suelo. Pareciera que por consideración y respeto a la vegetación vecina, evitara criarse y hacerle sombra. Esta planta modesta y delicada, casi un simple yuyo, se distingue por sus flores. Sus flores son de un azul pálido, delicado, triste digamos; y esas flores azulinas en las noches de sereno llenan su cáliz de rocio; parecen pequeñas copas, conservando el agua pura que les ha bajado desde el cielo. Sin embargo, en esta ocasión me preguntaré porqué no puede ser el color de la ESPERANZA ese azul frágil tímido que no desea invadir al resto de la floresta y mantenerse en sublime espera de hacer el bien? La sabiduría que a través de los siglos ha observado atentamente a la naturaleza, ha descubierto que la agüita guardada por esta humilde flor azul, es buena para la vista, es un colirio para los ojos, un buen remedio para las irritaciones oculares. Por eso, por ser un remedio ocular, un medicamento para la vista, a esta modesta y delicada planta se la llama «Santa Lucía». Limpiar la mirada, ver con ojos de inocencia, en espacios bendecidos, de imágenes que inspiran y colores que pacifican. Se le ha dado el nombre de la Santa Virgen y Mártir a la que se recuerda como protectora de la vista, como patrona de los ciegos. CIEGOS? las visiones de esas almas son tan profundas que nos dan ejemplo pues acaso no nos hemos encontrado con aquellos cuya ceguera los lleva a no ver lo que no quieren ver? Esta plantita o yuyito como lo llamamos los Norteños en el Jardín de la República siempre mirando con su copas abiertas hacia el cielo y bendecidas por las gotas de lágrimas del Señor nos anuncia la Esperanza, que ya no importa el color que tenga sino que el hombre sepa ESPERAR sin desesperación y con la mirada limpia en estos tiempos de dificultades en donde todos unidos debemos sembrar para cosechar un nuevo mundo.

«Espoir»
Il y a une humble plante dans les champs qui ne s’élève presque pas du sol. Il semble que, par considération et respect pour la végétation voisine, il ait évité la reproduction et l’ombrage. Cette plante modeste et délicate, presque une simple mauvaise herbe, se distingue par ses fleurs. Ses fleurs sont bleu pâle, délicates, tristes à dire; et ces fleurs bleuâtres les nuits sereines remplissent leur calice de rosée; Ils ressemblent à de petites tasses, conservant l’eau pure qui est descendue du ciel. Cependant, cette fois je me demande pourquoi il ne peut pas être de la couleur de l’ESPOIR ce bleu fragile et timide qui ne veut pas envahir le reste de la forêt et y rester en sublime en attendant de faire le bien? La sagesse qui à travers les siècles a étroitement observé la nature, a découvert que l’eau gardée par cette humble fleur bleue, est bonne pour les yeux, est un collyre pour les yeux , un bon remède contre les irritations oculaires. Pour cette raison, parce que c’est un remède pour les yeux, un médicament pour les yeux, cette plante modeste et délicate s’appelle «Sainte Lucie». Nettoyez les yeux, voyez avec des yeux innocents, dans des espaces bénis, des images qui inspirent et des couleurs qui apaisent. On lui a donné le nom de la Sainte Vierge et Martyre dont on se souvient comme protecteur de la vue, comme saint patron des aveugles. AVEUGLE? les visons de ces âmes sont si profondes qu’elles nous donnent un exemple car peut-être n’avons-nous pas rencontré ceux dont la cécité les amène à ne pas voir ce qu’ils ne veulent pas voir? Cette petite plante ou yuyito comme l’appellent les Nordistes du Jardin de la République, toujours en regardant avec leurs lunettes ouvert au ciel et béni par les larmes de larmes du Seigneur annonce l’Espérance, qu’il importe peu de quelle couleur il s’agit mais que l’homme sait ATTENDRE sans désespoir et avec un regard propre en ces temps de difficultés où chacun de nous doit semer pour récolter un nouveau monde.

«La speranza»
C’è un’umile pianta nei campi che difficilmente si alza da terra. Sembra che, per considerazione e rispetto per la vegetazione vicina, abbia evitato la riproduzione e l’ombra. Questa pianta modesta e delicata, quasi un’erbaccia semplice, si distingue per i suoi fiori. I suoi fiori sono di un azzurro pallido, delicato, triste da dire; e questi fiori bluastri nelle notti serene riempiono il loro calice di rugiada; Sembrano coppette, trattenendo l’acqua pura che è scesa dal cielo. Tuttavia, questa volta mi chiedo perché non possa essere il colore di SPERANZA questo fragile e timido blu che non vuole invadere il resto della foresta e rimanere lì sublime in attesa di fare del bene? La saggezza che attraverso i secoli ha osservato da vicino la natura, ha scoperto che l’acqua trattenuta da questo umile fiore blu, fa bene agli occhi, è un collirio, un buon rimedio per le irritazioni agli occhi. Per questo motivo, poiché è un rimedio per gli occhi, una medicina per gli occhi, questa pianta modesta e delicata si chiama «Santa Lucia». Pulisci gli occhi, vedi con occhi innocenti, in spazi benedetti, immagini che ispirano e colori che leniscono. Gli abbiamo dato il nome della Beata Vergine e Martire che ricordiamo come protettore della vista, come il santo patrono dei ciechi. BLIND? le visioni di queste anime sono così profonde che ci danno un esempio perché forse non abbiamo incontrato quelli la cui cecità li porta a non vedere ciò che non vogliono vedere? Questa piccola pianta o yuyito come la chiamano i settentrionali del Giardino della Repubblica, sempre guardando con gli occhiali aperti verso il cielo e benedetti dalle lacrime delle lacrime del Signore annuncia Speranza, che conta poco di che colore è ma quell’uomo sa ASPETTARE senza disperazione e con i propri occhi in questi tempi di difficoltà in cui ognuno di noi deve seminare per raccogliere un nuovo mondo.

«Hope»

There is a humble plant in the fields which hardly rises from the ground. It seems that, out of consideration and respect for the neighboring vegetation, he avoided reproduction and shade. This modest and delicate plant, almost a simple weed, is distinguished by its flowers. Its flowers are pale blue, delicate, sad to say; and these bluish flowers on serene nights fill their chalice with dew; They look like little cups, retaining the pure water that has come down from the sky. However, this time I wonder why it cannot be the color of HOPE this fragile and shy blue that does not want to invade the rest of the forest and stay there sublime while waiting to do good? … The wisdom which through the centuries has closely observed nature, has discovered that the water kept by this humble blue flower, is good for the eyes, is eye drops, a good remedy for eye irritations. For this reason, because it is a remedy for the eyes, a medicine for the eyes, this modest and delicate plant is called «Saint Lucia», Clean the eyes, see with innocent eyes, in blessed spaces , images that inspire and colors that soothe. We gave him the name of the Blessed Virgin and Martyr who we remember as a protector of sight, as the patron saint of the blind. BLIND? the visions of these souls are so deep that they give us an example because perhaps we have not met those whose blindness leads them not to see what they do not want to see? This little plant or yuyito as the northerners of the Garden of the Republic call it, always looking with their glasses open to heaven and blessed by the tears of tears of the Lord announces Hope, that it matters little what color it is but that man knows how to WAIT without despair and with his own eyes in these times of difficulty where each of us must sow to reap a new world.

«Esperança»
Há uma planta humilde nos campos que dificilmente se levanta do chão. Parece que, por consideração e respeito pela vegetação vizinha, ele evitou a reprodução e a sombra. Esta planta modesta e delicada, quase uma erva daninha simples, se distingue por suas flores. Suas flores são azuis pálidas, delicadas, tristes de dizer; e essas flores azuladas nas noites serenas enchem seu cálice de orvalho; Eles parecem pequenos copos, retendo a água pura que desceu do céu. No entanto, desta vez eu me pergunto por que não pode ser a cor da ESPERANÇA desse azul frágil e tímido que não quer invadir o resto da floresta e ficar lá sublime enquanto espera para fazer o bem? A sabedoria que, através dos séculos, observou atentamente a natureza, descobriu que a água mantida por essa humilde flor azul é boa para os olhos, é colírio, um bom remédio para irritações nos olhos. Por esse motivo, por ser um remédio para os olhos, um remédio para os olhos, esta planta modesta e delicada se chama «Santa Lúcia». Limpe os olhos, veja com olhos inocentes, em espaços abençoados , imagens que inspiram e cores que acalmam. Demos a ele o nome da Virgem Maria e do Mártir, que lembramos como protetor da vista, como o santo padroeiro dos cegos. CEGO? as visões dessas almas são tão profundas que nos dão um exemplo, porque talvez não tenhamos encontrado aqueles cuja cegueira os leva a não ver o que não querem ver? Esta pequena planta ou yuyito, como os nortistas do Jardim da República o chamam, sempre olhando com os óculos abertos para o céu e abençoados pelas lágrimas das lágrimas do Senhor, anuncia a esperança, que pouco importa que cor é essa, mas que o homem sabe ESPERAR sem desespero e com seus próprios olhos nestes tempos de dificuldade em que cada um de nós deve semear para colher um novo mundo.


«Надежда»
На полях есть скромное растение, которое почти не поднимается с земли. Кажется, что из соображений уважения к соседней растительности он избегал размножения и тени. Это скромное и нежное растение, почти простая сорняк, отличается своими цветами. Его цветы бледно-голубые, нежные, грустные; и эти голубоватые цветы в безмятежные ночи наполняют их чашу росой; Они похожи на маленькие чашки, сохраняя чистую воду, которая спустилась с неба. Однако на этот раз я удивляюсь, почему это не может быть цвет НАДЕЖДЫ, такой хрупкий и застенчивый синий, который не хочет вторгаться остальная часть леса и пребывание там возвышенное, ожидая, чтобы сделать добро? Мудрость, которая на протяжении веков внимательно следила за природой, обнаружила, что вода, которую хранит этот скромный синий цветок, полезна для глаз, является глазными каплями, хорошим средством от раздражения глаз. По этой причине, потому что это средство для глаз, лекарство для глаз, это скромное и деликатное растение называется «Сент-Люсия». Очистите глаза, посмотрите невинными глазами, в благословенные пространства Образы, которые вдохновляют, и цвета, которые успокаивают. Мы дали ему имя Пресвятой Богородицы и мученика, которого мы помним как покровителя зрения, как покровителя слепых.СЛЕПЫЙ? видения этих душ настолько глубоки, что они дают нам пример, потому что, возможно, мы не встречали тех, чья слепота заставляет их не видеть то, что они не хотят видеть? Это маленькое растение или юйито, как называют его северяне Сада Республики, всегда смотрят с открытыми к небу очками и благословленные слезами Господа, объявляют надежду, что это мало что значит какого это цвета, но этот человек знает, как ждать без отчаяния и своими глазами в эти трудные времена, когда каждый из нас должен сеять, чтобы пожинать новый мир.

abril 23, 2020   ningún comentario

Los libros siempre tienen algún lugar mágico, que te asombrara

José Javier Sánchez, Venezuela. Me encontré con Gabriel Jiménez Emán, la noche del martes 12 de noviembre y caminamos desde la Feria del Libro rumbo a la candelaria donde se hospedaba junto a otros escritores invitados. La luna llena y las luces de la ciudad sirvieron de antesala a una conversación que le debía Gabriel a sus lectores. Recientemente galardonado con el Premio Nacional de Literatura y con una producción literaria importante para las letras venezolanas y el mundo, Gabriel, escritor polifacético, lector voraz, editor acucioso y promotor del libro comprometido nos muestra su dimensión humana desde la experiencia significativa.

Cuáles son tus impresiones sobre esta edición de la feria del libro el resultado de sus actividades desarrolladas en la feria y que opinión te merece la feria en este momento en las condiciones económicos sociales y políticas en las que se encuentran el país.

Ante tantas dificultades sobretodo del dinero efectivo, transporte producto en medio de la guerra económica que sufre el país actualmente, creo que nos hemos sobrepuesto y desde un esfuerzo mancomunado hemos superado toda esa contingencia para que se imponga la cultura. A través del libro se conecta la realidad del país a cosas más profundas. Se conecta al espíritu del país, al alma del país.

Estamos en una experiencia extraordinaria porque en el centro histórico de caracas donde están las bibliotecas el concejo municipal la plaza bolívar los teatros, una vez más ha salido fortalecido el pueblo de caracas, de Venezuela y ha salido fortalecida la cultura del país.

Cómo llega Gabriel a la literatura ¿cuáles fueron los escenarios, espacios donde nace esa necesidad, esa pasión?

Yo nací en San Agustín del sur. Yo asistía a una escuelita en San Agustín la “Gabriela Mistral”. Desde El Calvario. Yo me crié en los bloques de El Silencio, en el bloque 1, donde viví de niño. En la adolescencia viví en San Felipe.

Desde que yo era un niño estuve muy rodeado de libros porque mi padre Elísio Jiménez Sierra que fue un escritor, ensayista y poeta muy importante, también fue un gran lector de la literatura clásica, greco-latina, europea, del romanticismo, del modernismo.

Siempre en la casa hubo libros, de modo que todos mis hermanos y mi familia nos construimos desde muchas lecturas, pero aprendimos también de la experiencia de la música, la plástica, el cine la radio. En casa siempre se daban veladas literarias, veladas musicales con nuestros amigos, los amigos de nuestro padre, se tejían siempre coartadas para que sucedieran grandes celebraciones.

¿Algún libro, algún autor que produjera experiencias significativas en ti de niño o de joven?

Yo me acuerdo de un volumen muy gordo muy grueso impresionante con tapa dura y solapas de lujo de Edgar Alan Poe, ese libro para mí era una cosa maravillosa porque tenía ilustraciones de los cuentos. Los libros de Julio Verne viaje al centro de la tierra, con ilustraciones extraordinarias, me abrieron la imaginación. Esa literatura fantástica de H G Wells. La literatura popular rusa, la literatura popular china, las fábulas griegas, Esopo, la Fontaine, Samaniego, esa ensalada maravillosa de imaginación desde que estaba adolescente. La ciencia ficción me tocó mucho. La literatura inglesa: Drácula, esa literatura que luego fue llevada al cine. Toda esa literatura macabra, gótica. Yo leía los libros, luego veía las películas, comparaba y eso me indujo a esa lectura de esas grandes aventuras. Para mí los escritores eran como unos héroes capaces de tejer universos. Sacaban tantas cosas de su imaginación.

¿Cómo fueron tus primeros acercamientos a la escritura?

Yo escribía cuentitos desde que estaba pequeñito, pero no se los mostraba a nadie. Luego cuando llegué a los veinte años comencé a escribir cuentos más realistas sobre cosas que me pasaban Después, con las lecturas fui creyendo que yo algún día podía convertirme en escritor de un libro esa me daba mucha ilusión poder escribir un libro. Fui coleccionando poco a poco cuenticos. Que publicaba en diarios regionales de san Felipe Carora Barquisimeto y Mérida. Yo estaba muy influenciado por las antologías que se hacían de la literatura fantástica que hicieron Jorge Luis Borges junto a Bioy Casares empecé a leer antología de cuentos breves y seguir escribiendo.

Hasta que un buen día, en 1973 publiqué mi primer libro “Los dientes de Raquel” en Monte Ávila Editores, cuando tenía 23 años y fue un libro que gustó mucho. Con ese libro llegué a Mérida y recibí mucho estimulo de los estudiantes y profesores de la ULA. Pedro Parayma, Carlos Contramaestre y sobretodo Salvador Garmendia, también lo publiqué allá y me lo ilustró un gran amigo, Vladimir Puche. Después de la experiencia en la ULA quise viajar, seguir viajando, ya no quise seguir en la academia, no quise graduarme de nada sino seguir escribiendo y viajando que es lo que más me gustaba. Me vine a Caracas me fui a España y seguí escribiendo. Así poco a poco las editoriales fueron aceptando mis cuentos y yo seguí profundizando en la escritura.

¿Cómo te acercas a la poesía?

Con la poesía me ocurrió una cosa rara, fue una especie de rapto de la nocturnidad. Yo siempre ligué la poesía con la noche, con la alegría festiva de la noche y con los misterios de la noche. La noche siempre me pareció sumamente poética, quizá porque leía mucho a los poetas románticos, y porque las experiencias que se daban en la noche me parecían más enigmáticas que las del día. Hacer el amor con las mujeres en la noche, hablar con los amigos en la noche, tratar de descubrir los misterios de la noche a través de la poesía y mi poesía no la hice como una cosa preconcebida sino como una manera existencialista. La poesía para mi es una experiencia existencial no es una experiencia filosofía ni preconcebidamente estética. Es una cosa de mi propio yo interno. Todos mis amigos y mis padres vivieron una noche muy intensa y todo eso me impacto mucho. Todo lo que se hacía de noche. La amistad, los tragos, la bohemia, las mujeres. Pero nunca me quise imponer como poeta. Era una necesidad existencial, vital. Le escribía a la melancolía, a las cervezas a las ciudades en la noche era y es poesía nocturna.

Tu experiencia periodística tu encuentro con otros autores ese deseo periodístico

Siempre me gusto escribir sobre poesía y sobre narrativa. Comencé escribiendo pequeños artículos en el diario de Carora en una revista llamada talud, luego en Yaracuy fundamos la revista Rendija. El género de entrevista siempre me gustó pero no lo hacía como periodista sino como escritor. Me parece que si uno sabe abordar bien a los escritores puede extraer cosas muy reveladoras. No solo se debe hacer una entrevista para publicarla en un periódico sino hay que hacer que el escritor se sienta cómodo estimulado con buenas preguntas. Me parecía maravilloso poderme acercar a grandes escritores. Recuerdo que al primero que entrevisté fue a Salvador Garmendia para la revista Zona Tórrida de valencia. Yo era un muchacho y Salvador era un hombre de más de cuarenta años, formado como narrador.

¿Qué escritores te influenciaron?

Me influenciaron escritores como José Antonio Ramos Sucre, Don Julio Garmendia, autores mexicanos como juan Rulfo, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, encontrarme con otros escritores cono Pablo Palacio de Ecuador, Augusto Monterroso de Guatemala, descubrir que hay una literatura extraordinaria en América latina que puede competir en buena lid con la literatura europea sin ningún complejo. Después conocí a García Márquez, a Cortázar, a Rulfo, a Lezama Lima, a Salvador Garmendia, que era como una especie de tío. Mi relación con dos personas que yo no sabía que se iban a convertir en grandes escritores como Ludovico Silva y Víctor Valera Mora, ellos eran amigos míos, pero después se convirtieron en grandes pensadores en grandes poetas en grandes filósofos

¿De la relación con los amigos de la construcción de la amistad, qué nos dice Gabriel?

No hay nada que superé la relación con una amiga o un amigo. Ese diálogo infinito de la amistad que se teje, es lo que te permite renovarte como persona. Cuando ya no tenemos amigos es que estamos agotados. Cuando no podemos dar afecto. Esa frase de Gautier Querer “Amar es admirar con el corazón” cuando uno no tiene amigos es porque uno ya está seco por dentro. Las amistades hay que alimentarlas y no es una cosa plana. Uno no puede buscarle defectos a los amigos todo el tiempo, todos estamos llenos de errores. La amistad y el amor son las que hacen la cosa más grande del mundo que yo creo que es la esperanza

¿Qué recuerda Gabriel de Salvador Garmendia?

Todo. Sobre todo, su humor verbal. La manera que tenía salvador de narrar sus cosas humanamente, muy gracioso. Él tenía un humor negro permanente, una sátira muy sabrosa y su sencillez humana

¿Qué recuerda Gabriel Víctor Valera Mora?

Su capacidad de enamorar mujeres. Admire su desenfado, la rebeldía con la que libraba sus batallas

¿Gabriel Jiménez Emán y el amor?

El amor es lo que construye a uno, el amor filial, por la familia, por los hijos, por los amigos. El amor pasional, el amor para una mujer. No hay nada que supere la imagen de una mujer frente al mar en traje de baño, mirando hacia el mar, un mediodía, esa imagen es insuperable para un hombre. Eso es algo sublime. Ver a una mujer bailando eso es algo inspirador. Hacer el amor con una mujer eso es un acto al que no le gana nada.

Soy un hombre enamoradizo me enamoré todo el tiempo, me enamoro de la sonrisa, de los ojos, de la oreja, de los dientes. Es que si uno no se enamora uno está muerto

¿Y los hijos para Gabriel?

Son la cosa más tierna. La ternura que inspiran los hijos y los nietos no la inspira nada. Hoy recibí una carta de mi nieta Alma, que ella le dictó a su mamá, le dijo mamá yo no sé escribir pero yo te la dicto y tú se la dices a mi abuelo. Allí la tengo. La ternura de los hijos y los nietos es la gran compensación que uno tiene en la vida

¿Los amigos y la Fiesta para Gabriel?

Soy un hombre dionisiaco, pero no dionisiaco superficial, de la bohemia por la bohemia, la parranda por la parranda. Yo creo que esos momentos que uno pasa con los amigos en medio de una fiesta cuando uno celebra canta, cuando hay una exaltación espiritual, la exaltación del eros del gusto por la amistad, yo creo que esa es otra cosa grande de la vida, que te compensa, que te salva. Que al final te salva si es que tenemos que salvarnos de algo

Una persona sin espiritualidad, sin mitos, sin ritos, sin alegorías, sin metáforas, sin una utopía, sin un más allá, sin un ideal, sin amigos, está seca, estéril muerta

Tenemos que ampliar la utopía de un país de un territorio, pero también la utopía de un ser humano más completo. Por eso es que la experiencia metafísica del ser humano es ..

¿En qué momento se encuentra nuestro país y sus habitantes y hacia dónde vamos?

Los venezolanos estamos pasando por una gran prueba histórica. Estructural porque hemos desperdiciado mucho tiempo en banalidades, en mediocridades, en acumular dinero, tonterías y hemos desperdiciado la mayor parte de nuestras energías en cosas superfluas. Estamos en un momento histórico muy especial, en una coyuntura muy difícil que requiere de esfuerzos titánicos para sobrepasarlas y si salimos ilesos de esta prueba que no resta poniendo la historia podemos dar pasos agigantados pasa salir de una vez por todas de los atolladeros sociales y económicos que estamos y yo le apuesto a la esperanza a la solución colectiva porque así como estamos planteándonos utopías individuales también debemos plantearnos soluciones colectivas por que el hombre individualmente solo no resuelve nada debe haber un ideal de superación colectivo.

¿Qué significa recibir el premio nacional de literatura?

Es un estímulo extraordinario porque verme al lado de grandes escritores como Salvador Garmendia, Adriano González León Briceño Iragorry Picón salas son tantos me siento muy estimulado muy bien y creo tratándose de un premio tan relevante lo menos que puedo agradecer es a la vida al país al pueblo venezolano y a los lectores ese premio.

¿Por qué territorios de la escritura transita Gabriel Jiménez Emán hoy?

Estoy empeñado en seguir escribiendo novelas cortas, cuentos breves estoy abocado a eso y también estoy escribiendo sobre cine y músico deseo homenajear a grandes músicos y cineastas a Felini y a Chopin. Sigo insistiendo en realizar antologías. Creo que merece la pena seguir investigando profundizando en la literatura venezolana. Seguir sabiendo del país y hacerlo visible.

¿Cuáles son tus palabras para el público que se avoca a la feria del libro?

Siempre hay un lugar para el asombro. La literatura siempre te va a sorprender. La poesía siempre va sorprender. Nunca son suficientes los libros. Hay que leer todo tipo de libros. Estoy convencido de que los libros siempre tienen algún lugar mágico, que te asombrará.

abril 23, 2020   ningún comentario