Categoría — Conjuros del alma – poesía
La importancia de la poesía, un bálsamo ante las situaciones que nos arrancan la paz
Carlos Jesús Gómez Flores
Un bálsamo ante las situaciones que nos arrancan la paz… ¿A qué poetas de estos tiempos recordaremos en el futuro?
Uno de los géneros literarios que ha tenido mayor influencia en la humanidad es la poesía. Quizá sea más sencillo escribir cualquier otra forma de literatura que escribir poesía, porque un poema debe tener la posibilidad de comunicar la profundidad de las grandes verdades en pocas palabras, pero muchas imágenes.
La poesía es un tema generador asociado a movimientos de revolución e insurgencia. También a la poesía se le vincula con los grandes amores y desamores, incluyendo el amor filial. Hasta el menos sensible se conmueve al leer o escuchar una poesía con la que se identifique.
En este momento de crisis civilizatoria el ejercicio de la poesía puede adquirir dimensiones gigantes. Mi entrañable amiga, la tabasqueña Norma Cárdenas Zurita, es integrante del Consejo que convocó el pasado Festival Internacional de Poesía “Palabra en el mundo”, que en su edición 2020 tuvo como marco de referencia a la iniciativa de la Carta de la Tierra. Los otros convocantes representaron a Chile, Argentina, Cuba, Venezuela, Canadá y Estados Unidos. Visiones distintas desde ámbitos sociales y económicos distintos.
Fue la catorceava edición del festival y gracias a las redes sociales se desarrolló simultáneamente en casi 60 países mostrándose la poesía de niños, jóvenes y adultos durante todo el mes de mayo.
La idea fuerza del festival fue promover la poesía en acción universal por la paz. Comenta Norma Cárdenas, quien alguna vez fue la responsable de la cultura de Tabasco, que: “El arte a través de la poesía es una acción poderosa que promueve el respeto y la integración social y el festival es una oportunidad para alzar la voz para un mejor futuro”.
La manera en que se desarrolló el festival debe replicarse porque la poesía está en todas partes y puede ser un instrumento para fortalecernos ante lo que nos ocurre como humanidad; sin romanticismos, sin deseos de protagonismo.
Aunque no lo pareciera, la presencia de pandemias está vinculada a los efectos del cambio climático que aún no son tan devastadores como lo podrán ser.
Hay que organizar un festival poético que tenga como tema generador el COVID-19 y su impacto positivo en las relaciones humanas para conocer las visiones de poetas de todo el mundo. Estamos inundados de noticias de muerte ocasionadas por la pandemia, y hay personas que desde que se levantan para iniciar el día lo primero que hacen es ver la estadística, local, la nacional e internacional, del estatus de las muertes para saber cuándo llegaremos a los cinco primeros lugares de decesos en el plano global.
En medio de las absurdas reyertas en los congresos locales, de la actividad proselitista de los que tiene un cargo público y ya les gustó el poder que significa manejar un presupuesto, por ello aspiran a la reelección algunos munícipes o a regresar los que alguna vez estuvieron.
En medio de tanto refuego mediático sobre lo que dijo la señora del señor; sobre la efectividad de las políticas de sanidad; sobre el encierro obligado otro fin de semana: la poesía es un bálsamo ante las situaciones que nos arrancan la paz. Todos podemos leer poesía, algunos, escribirla. ¿A qué poetas de estos tiempos recordaremos en el futuro?
octubre 7, 2020 ningún comentario
FIESTA DE LUZ MAÑANA EN BERLÍN
Agosto 2014.
Esta noche es más noche.
Más fría y silenciosa.
Esta noche no brillan
Las luces de mi casa.
Entre paredes rotas
Y sábanas de piedra
Un niño se ha dormido
En la Franja de Gaza.
No hay canciones de cuna
Cobijando sus sueños
Ni aquellas manos tibias
Que acarician y abrazan.
Su madre se ha dormido
Al igual que otras madres
Bajo un manto de piedras
En la Franja de Gaza.
Pueden llamarse Yara,
Obeida, Mohammad,
Nour Al-Islam, Omar,
Yusef, Fátima, Hamza.
Ya no importan sus nombres
Ni sus sueños marchitos.
Hoy duermen congelados
En la Franja de Gaza.
El silbido espantoso
Del ángel de la muerte
Se multiplica y cae
Y revienta, y arrasa.
Y a su paso devora
Pequeñas almas blancas
De los niños dormidos
En la Franja de Gaza.
No he de llorar mi llanto
De impotente desdicha
Frente al vil asesino
Que impone su mordaza.
De pie, le pido al viento
Que se lleve las almas
De los pequeños niños
En la Franja de Gaza.
septiembre 16, 2014 ningún comentario
Aqui y ahora. También la poesía Por el futuro
Mahmud Darwish
El espectáculo es eso. Espada y vena.
Un soñador incapaz de ver más allá del horizonte.
Hoy es mejor que mañana pero los muertos son los que
Se renovarán y nacerán cada día
Y cuando intenten dormir, los conducirá la matanza
De su letargo hacia un sueño sin sueños. No importa
El número. Nadie pide ayuda a nadie. Las voces buscan
Palabras en el desierto y responde el eco
Claro, herido: No hay nadie. Pero alguien dice:
“El asesino tiene derecho a defender la intuición
del muerto”. Los muertos exclaman:
“La víctima tiene derecho a defender su derecho
a gritar”. Se eleva la llamada a la oración
desde el tiempo de la oración a los
féretros uniformes: ataúdes levantados deprisa,
enterrados deprisa… no hay tiempo para
completar los ritos: otros muertos llegan
apresuradamente de otros ataques, solos
o en grupos… una familia no deja atrás
huérfanos ni hijos muertos. El cielo es gris
plomizo y el mar es azul grisáceo, pero
el color de la sangre lo ha eclipsado
de la cámara un enjambre de moscas verdes.
(Ramala, agosto del 2006.)
(*) EL AUTOR – MADMUH DARWISH
– Poeta palestino nacido en Birwa, Galilea. Considerado no sólo es uno de los más grandes poetas árabes contemporáneos sino también una leyenda, ha vivido en algunos países europeos, en Egipto y en Beirut, donde dirigió una revista y fue uno de los miembros más destacados del Centro de Investigaciones Palestinas. Entre su obra destacan los libros de poesía, Pájaros sin alas (1962), su primer poemario, extraordinariamente lírico y muy influido por la poesía árabe clásica; Hojas de olivo (1964), Enamorado de Palestina (1966), El fin de la noche… es día (1968), Diario de una herida palestina (1969), Mi amada se despierta (1969), Los pájaros mueren en Galilea (1971), Amarte o no amarte (1972), Tentativa número 7 (1974), Esa es su imagen y éste es el suicido del enamorado (1975), Elogio de la alta sombra (1983), Menos rosas (1986), Once astros (1992), ¿Por qué has dejado el caballo solo? (1995), El lecho de una extraña (1999) y Mural (2000); y los libros en prosa, Algo sobre la patria (1971), Diario de la tristeza corriente (1973) y Adiós, guerra, Adiós, paz (1974). Influido por los poetas occidentales, Nazim Hikmet, Louis Aragon, Pablo Neruda, García Lorca y T. S. Eliot, desde 1996 vivió en Ramalla, donde dirigió la prestigiosa revista literaria Al-Karmel. Dueño de una sugestiva prosa, semi-autobiográfica, extraordinariamente fluida, sencilla y reflexiva, quizá fue el poeta más dotado, representativo y prestigioso de la Resistencia palestina.
septiembre 7, 2014 1 comentario